Todos los dibujos se hacen por una razón no por hacer.
Este dibujo trata sobre una niña que sufrió
abusos sexuales por parte de su padre desde los seis meses de edad: violada vaginal y analmente. Tras la separación conyugal, la
menor se quedó a vivir con él hasta
que se desveló el maltrato. Al iniciarse la evaluación psicológica, la cría mostraba trastornos de alimentación, conducta
agresiva, pobres relaciones con sus iguales,
desconfianza, vergüenza, culpa, pesadillas, rabia y miedos. En dibujo libre, representó así a su padre. “Ésta es la tortura que
quiero [para él], o peor”, formula la pequeña.
Una especie de crucifixión con elementos muy claros: cadenas, flechas, amputación de los genitales, desangramiento.
Un padre ausente y una madre incompleta que se aleja. Una “mamá globo”. Por
eso los niños (la propia víctima y su hermano) tienen unas piernas tan largas,
para intentar acercarse a ella. La cría retrata, en dibujo libre, a su
familia; el padre ni siquiera aparece (la pareja está separada). Es víctima de
maltrato emocional por parte de ambos progenitores, y de posible maltrato
físico y sospecha de abuso sexual por el padre. La niña presenta
dificultades de adaptación
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